"Pero ahora quiero algo distinto. Algo mejor que la historia de las cosas que me sucedieron. Me gustaría escribir la historia de un alma, de ella sola, sin los sucesos en que tuvo que mezclarse, queriendo o no. O los sueños."

domingo, 3 de octubre de 2010

Las malas costumbres



Durante mucho años pensé que la mejor manera de torturar a alguien era acostumbrarlo a algo por un tiempo y luego quitárselo. Que la falta de cotidianidad se convirtiera en la peor ausencia, que extrañar una rutina se transformara en un "te extraño a ti". Pero no, no funciona así. Las costumbres y descostumbres corren con la misma rapidez y el "extraño cuando solíamos" sólo es un "recuerdo cuando solíamos", o nada. Y casi siempre es nada.

No existe tal cosa como mutuo acuerdo. Siempre es la idea de alguien implantada en el otro, engañarnos creyendo que nos beneficiará a los dos. Así fue como tú y yo llegamos a un acuerdo, seamos casuales. Soy casual y no te llamo. Eres casual y no me escribes. Soy tan casual que leo a diario el cuento que me regalaste cuando no éramos tan casuales. Dibujo diagramas de Venn y coloreo los sitios donde posiblemente nos veremos, donde casualmente nos veremos.

Entonces te pienso, te olvido y vuelves. Una, dos y diez veces. Me inquieto al pensar que puedas aparecer y me molesta esa incertidumbre.

Creo que prefiero acostumbrare a no saber de ti, incluso a veces estoy segura de ello. 

Es simple, no me gusta ser torturada.

7 comentarios:

  1. mira, tambien escribes y a mi me gustan los terminos que usas hehe

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  2. La sonrisa gratis del sábado en la noche, gracias :)

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  3. Hay veces que me gusta releer esto e imaginar que es conmigo.

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  4. Pues, me ha encantado esto.
    "Entonces te pienso, te olvido y vuelves." Así mismo pasa. Genial, Estefanía. :)

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